Flashforward

Título: Flashforward

Autor: Robert J. Sawyer

Editorial: DeBolsillo

Páginas: 318

Creo que mucha gente tiene conocimiento de una serie televisiva titulada Flashforward.

Es una de esas series por la que suelo sentir curiosidad pero que por una cosa u otra voy dejando de lado.

Tampoco me he informado demasiado sobre ella, tan solo tenía la idea de que el planteamiento inicial me resultaba interesante y que en algún momento la vería.

Lo curioso es que encontré un libro en la biblioteca con el mismo título y en la portada aparecía una imagen de dicha serie. Intenté averiguar si el libro tenía relación con la serie y si obviamente el libro había inspirado a la serie y no al revés, cosa que me horroriza (me refiero a los libros que versionan películas, series, etc)

Como resulta que el libro era anterior a la serie y además el autor es un escritor consagrado dentro del género de la ciencia ficción decidí leer el libro y luego ya vería si me interesaba realmente la serie o no, aunque después de leer el libro yo creo que no deben tener en común más que el planteamiento inicial, pero eso solo lo sabré cuando vea la serie y de lo que quiero hablar aquí es del libro.

El libro es muy ameno, me lo he leído casi de un tirón, porque engancha y el lenguaje a pesar de meterse en temas muy técnicos es bastante fluido.

El inicio no puede ser más atrayente. Unos científicos del CERN deciden hacer un experimento con el gran colisionador de hadrones para conseguir el bosón de Higgs, algo muy apreciado en la física de partículas por es un partícula que consigue dotar de masa a las demás.

Durante el experimento ocurre algo extraño. El protagonista pierde su conciencia actual y se encuentra en otra situación, en su cuerpo pero más envejecido. Esa situación dura apena un minuto y varios segundos. Cuando vuelve en sí se da cuenta que no es algo que solo le haya ocurrido a él si no que toda la humanidad ha sufrido esa misma experiencia.

El problema es considerable porque obviamente los accidentes y las pérdidas en vidas humanas es alta. Muchos aviones se estrellan provocando más muertes aún, los coches colisionan en impresionantes accidentes encadenados, etc..

En primer lugar se cree que el experimento puede ser el causante de esa pérdida de conciencia que resulta haber sido una especie de desplazamiento temporal veinte años en el futuro.

Así que las personas se han visto realmente como serán pasados esos años.

Queda además otro detalle, hay gente que se ha desmayado sin más pero no ha tenido ninguna visión así que se llega a la conclusión de que esas personas estarán muertas en ese futuro.

Eso es lo que le ocurre a uno de los investigadores, que por las visiones de otras personas llega a conocer que será asesinado pocos días antes de que tenga lugar ese día que han visto en el futuro.

El está empeñado en averiguar cosas sobre su muerte para intentar evitarlas.

Pero muchas personas además al ver su futuro han perdido la esperanza, viendo que sus sueños no se han logrado en esas visiones que han tenido.

El intentar reconstruir también esa visión de futuro lleva a los científicos del proyecto a crear Mosaico un programa informático en el que todos pueden contar su visión para poder tener una visión más global.

El libro es interesantísimo, desde luego por la intriga, que se mantiene en las tres partes en las que se divide el libro. La última parte es precisamente ese año 2030 que es el que supuestamente se ha visto en las visiones.

Pero además es interesante por muchos de los planteamientos que se razonan en el. Desde el libre albedrio, la ética de la experimentación y la ciencia, las paradojas temporales y sobre todo la inevitabilidad del futuro. ¿Se puede cambiar el futuro si lo conocemos de antemano y cambiamos algunas cosas para que no se cumpla?

Eso es lo que algunos personajes se plantean y se dan varios razonamientos tanto para creer que el futuro es inmutable como que podemos variarlo. Sin contar con la teoría de mundos paralelos, que casi acaba siendo más descartable.

Hay una parte del libro que me ha recordado muchísimo a “La máquina del tiempo”, si habéis leído el libro de HG Wells quizás recordéis esa parte en la que el protagonista va viajando tanto en el tiempo que llega a ver de forma acelerada como va cambiando la tierra. Pues en este libro ocurre algo parecido, pero no diré más.

Al final del todo, creo que lo que queda por encima de todo es esa esperanza de que nuestras vidas no están escritas, y que aunque tengamos una percepción de ese futuro aún nos queda la posibilidad de cambiarlo como le ocurre a Ebenezer Scrooge en “Canción de Navidad” de Dickens que por cierto también se menciona en el libro.

Es el primer libro que leo de Sawyer pero me ha gustado mucho así que seguro que repetiré.

En cuanto a la serie que se basó en este libro, seguramente acabaré viéndola porque me pica un poco la curiosidad el ver como la han desarrollado y si realmente solo tiene en común con el libro el punto de salida.

El Sonambulo

Título: El sonámbulo

Autor: Jonathan Barnes

Edición: La factoría de ideas

Páginas: 314

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Se menciona en la contraportada del libro como referencia la película “El Gabinete del Doctor Caligari” allí aparece un personaje, que para algunos sería el primer zombie de la historia del cine.

Si alguien piensa que el cine mudo es aburrido os animo a que veáis esta joya del expresionismo alemán.

El personaje que da nombre al libro, El Sonámbulo, es sin duda un personaje misterioso, de hecho ese misterio no termina de aclararse al final de la historia o quizás yo he sido demasiado obtusa como para encontrarle esa aclaración, pero he de reconocer que aún así el libro me ha gustado mucho.

También se menciona el parecido que pudiera tener el libro con los escritos de Neil Gaiman, Susanah Carke y Clive Barker.

Bueno tal vez con Neil Gaiman por ciertos ambientes oníricos y underground que tienen lugar en el libro, a Susanah Clarke tal vez por esa magia antigua en Londres y cierto personaje enigmático y a Clive Barker es evidente que por el final ciertamente gore del libro.

Por lo demás creo que Barnes ha sabido crear una historia con entidad propia.

Me ha gustado especialmente la manera que tiene de jugar con el lector a través de la voz de narrador, del que al final se nos descubrirán una serie de cosas.

El propio narrador dice que la historia es real pero que en algunos momentos la ha adornado y en otros ha mentido directamente, pero cuando llegan esos momentos lo reconoce abiertamente.

El personaje principal, no el Sonámbulo, si no la persona a la que acompaña este, el Mago Edward Moon, se ve envuelto en la investigación de un extraño crimen. Este mago no está en el mejor momento de su vida pues tuvo cierto fracaso en una de sus investigaciones y desde entonces no ha levantado cabeza.

Tenemos por tanto un detective bastante peculiar, con algunos gustos “exóticos” a la hora de relajarse y con un ayudante más peculiar aún. Lo que viene siendo el detective de novela medio.

La cuestión es que el relato y casi la investigación en sí no tiene demasiada importancia, pues lo que de verdad nos intriga son los personajes. Aparecerá un tal señor Thomas Cribb, que nos hace pensar en viajes en el tiempo aunque realmente termina siendo una vida invertida a nivel temporal.

Para mí ha sido un personaje que me ha intrigado bastante y del que francamente me hubiera gustado saber más.

Y también los personajes de los “monitores” grandiosos, místicos, sobrenaturales y sangrientos, como una pareja de Lokis, en una versión más gore, invocados por un “pobre” personaje albino.

El Londres que se nos muestra es un Londres oscuro, con personajes que piensan que necesita ser salvado, de una extraña manera, eso sí, y con la idea de estar podrido en sus mismas raíces.

También ahí entra en juego la figura de Coleridge en torno a la cual se genera una especie de culto. Aunque algo parecido ya lo he visto antes, concretamente en un libro de José Carlos Somoza, pero en esa ocasión en torno a la figura de Lovecraft, aunque todo parecido queda ahí, pues ambos libros siguen desarrollos diferentes.

La verdad es que reconozco que quedan cabos sueltos, que muchas cosas se pierden o difuminan pero aún así me ha gustado. Me ha entusiasmado el ambiente y los personajes y la verdad es que desearía que a este libro le siguieran otros que retomaran de alguna manera personajes y ambientes comenzados en este.

Para ser el primer libro del autor no me parece nada desdeñable y creo que es un autor muy a tener en cuenta. Tiene además esa manera de escribir de muchos autores ingleses de género fantástico, que parece que tienen algún nexo común. Uno sabe enseguida distinguirlos. Quizás también por eso vengan las comparaciones con Gaiman, Clarke y Baker, los tres también son ingleses.

El próximo libro del autor The Domino Men seguro que será de lectura obligada para mí. Veremos que sabor de boca me deja entonces.