Ya por fin parece que va a terminar este fatídico año, como todos los bisiestos, y toca hacer balance. En lo personal casi prefiero ni mirar atrás, más bien hacia delante a lo que está por venir, por que creo que es más positivo que regodearse en lo malo que ha pasado. Curiosamente en cuanto a lecturas el año ha sido realmente bueno. La primera mitad del año seguía con mi crisis lectora así que poco se puede comentar aparte de que comencé con mi estrategia de ir a lo seguro, de leer cosas que ya había leído y me encantaban o libros que sabía, aunque no hubiera leído antes, que me iban a entusiasmar. Recurrir a tus autores favoritos o a géneros que sabes que no te van a defraudar sin dejarte llevar por modas es lo mejor para acertar. Y gracias a eso a mitad de año recuperé esa pasión por la lectura, se volvió a convertir en mi refugio y me ayudó a tener un escape de la mierdas habituales que tiene la vida en general.

BUENO Y PÉSIMO

Por eso a la hora de hacer un ranking o una valoración de lecturas, tengo un gran problema, que no lo es tanto realmente. Casi todas las lecturas que he hecho me han gustado mucho. Incluso aquellas con las que lo he pasado mal leyendo, como Niebla de Miguel de Unamuno, me han dejado algo positivo y he de reconocer que es un gran libro. Por eso éste ranking queda cojo, pues como lecturas buenas puedo decir que han sido 47 de un total de 48. Eso deja como única lectura mala Harry Potter y el legado maldito, que mas que mala es pésima, no aporta nada, de hecho no sirve ni para envolver el bocadillo, en serio, lo único bueno que tiene es que puedes olvidarte de ella con mucha facilidad, en media hora ya casi no recuerdas el argumento y en unos días te olvidas incluso de que ha existido.

LO MEJOR DE LO MEJOR Y PROPOSITOS DE AÑO NUEVO

De esos 47 libros buenos que he leído el mejor de todos, y por desgracia uno de esos grandes desconocidos es Un yanqui en la corte del rey Arturo de mi adorado Mark Twain. No quiero hablaros mucho de él, porque pienso hacer reseña, tiene mucha miga y se merece una entrada para el solito, pero si no lo habéis leído ya podéis ir corriendo a hacerlo, os sorprenderá mucho.

Este año como estaba en fase de recuperación lectora, me he dedicado más a leer que a escribir en el blog, aunque poco a poco voy recuperando el ritmo, pero si es cierto que me he quedado con la espinita de hablaros de muchos de los libros que leí este año, y tengo intención, esto cuenta como propósito de año nuevo, de ir haciendo entradas de muchos de ellos.

Entre esos libros seguro que haré entrada de La guerra de los mundos, Armada, El laberinto, Cabal, Nosotros no guardamos las sobras, Niebla, El robo del gran dinosaurio (este en especial), En costas extrañas (Tim Powers siempre escribe historias maravillosas), y en general me gustaría hablaros de obras de Shakespeare que aunque amo desde cría jamás he escrito nada sobre su obra y me siento en deuda, y también me gustaría hablaros de la obra de Enrique V. Vegas.

No suelo hacer propósitos de año nuevo porque no los cumplo nunca, pero creo que esta vez voy sobre seguro. En cuanto a lecturas este nuevo año me mantendré como hasta ahora, leeré lo que quiera cuando quiera, es lo mejor para no perder la capacidad de disfrutar de la lectura.

No me apunto a retos ni maratones, ni colaboro con editoriales, ni compraré compulsivamente libros, esto es fácil de cumplir. De hecho he reducido bastante mi monstruosa biblioteca, llevo mucho tiempo deshaciéndome de los libros que ya no me aportan nada y es una buena manera de apreciar y disfrutar más los que se quedan, eso también me ha ayudado bastante a recuperar mis ganas de leer.

Y por ultimo y después de hacerle un corte de mangas al año que se acaba, solo queda desearos un feliz año 2017

Guardar

Guardar

Si hay algo que odio de las fiestas navideñas es el consumismo masivo y uno de los grandes templos de dicho consumismo son los centros comerciales. No me gustan las aglomeraciones de gente en lugares cerrados y los centros comerciales en periodo navideño son la peor pesadilla de alguien como yo. Es precisamente en una situación así donde se me ocurrio este relato, en ese momento me sirvió para superar el trance en el que me encontraba. Espero que si tu odias tanto como yo estas situaciones puedas al menos sonreir leyendo esto.

COMPRAS NAVIDEÑAS

xmas-mall

La Navidad. Esa maravillosa época del año en la que aumentan los suicidios, las parejas se separan porque al estar mas tiempo juntas se dan cuenta de que no se soportan, se dan las reuniones familiares que acaban en masacres y se nota aún más la ausencia de aquellos seres queridos que se fueron.

No penséis que soy una amargada. Bueno, quizás tenga un carácter un tanto huraño. Reconozco que no me gusta la gente, así en general, de hecho odio a la gente cuando se encuentran en gran número y la odio aún más si están dentro de recintos cerrados y yo me encuentro en ellos.

Dicho esto comprenderéis porqué cuando recibí la llamada de mi hermana Eva, con su dulce voz llena de alegría, noté como un puño hundiéndose en mi estómago. Y cuando dijo las palabras mágicas “Venga Nana, vamos de compras”, el puño se abrió paso por mis tripas aún más destrozando las pocas esperanzas que tenía de librarme de una tarde de compras navideñas.

Si a esto le sumamos que era mi primer día libre en dos meses y medio, justo el tiempo que llevo trabajando en Lares S.L., que no tendría otro libre hasta dentro de otros tres meses y que este tenía planeado pasarlo despanzurrada en el sofá, comiendo cacahuetes y bebiendo zumo de piña a toneladas mientras me tragaba episodio tras episodio de alguna serie en la que hubiera descuartizamientos a mansalva, entenderéis la putada que me estaba haciendo mi hermanita.

Pensaréis que podría haberme negado a ir, pero eso es porque no conocéis a Eva. Es la mujer perfecta y lo digo en serio. Es guapa a rabiar, de hecho es tan despampanante que todos se vuelven al verla pasar. Algunos para babear, otras para ponerse verdes de envidia. Y cuando ella te habla y te pide algo no puedes negarte, sencillamente haces lo que ella quiere. Es un don del que yo creo que ni ella es consciente, pero lo tiene. También tiene un defecto, es absolutamente incapaz de resistirse a tirarse todo lo que se menea. En realidad le pierden los hombres, bueno le pierde una parte de su anatomía en concreto. Si conoce a un tipo le mira fijamente al paquete, supongo que para intentar averiguar si el bulto que se adivina dentro del pantalón es digno de sus atenciones, que por lo general suele ser que sí.

No me entendáis mal, no le reprocho nada, es solo que a veces ese hobby suyo es muy agobiante porque intenta que yo siga su camino y a día de hoy no he conseguido hacerle entender que yo no comparto esa fijación por los genitales masculinos que tiene ella. No para de intentar organizarme citas a ciegas con compañeros de trabajo, de las que yo me escabullo siempre. Pero se que lo hace con buena intención, el problema es que equivoca el objetivo. También odio que me llame Nana, pero me he cansado de decirle, sin obtener ningún éxito, que prefiero que me llame Ana, que Nana suena a perro de lanas. Así que tengo asumido que para Eva seré Nana hasta el fin de mis días.

Pero adoro a mi hermana y además es la única persona que tengo en el mundo. Somos mellizas y llevamos juntas en esto de la vida desde el principio. Aunque no nos parecemos en nada, ni físicamente ni en carácter ni en intereses, en nada. A veces dudo si mi madre no hizo algún trío aquella noche y cada una de nosotras salió del espermatozoide de un tipo diferente. Es algo que no sabré nunca porque mi madre tuvo la genial idea de dejarnos a la puerta de Arpa Corp. el mismo día que nacimos.

El caso es que aquí me tenéis, en un enorme centro comercial con el prototipo de rubia californiana de peli surfera siempre feliz tirando de mi por pasillos atestados de gente de todo tipo. La megafonía del centro comercial está en nivel destroza tímpanos, reproduciendo villancicos interpretados por vocecillas chillonas o gatos chillando en sus últimos estertores de muerte. Al sonido ambiental se le suman niños gritones corriendo y tocándolo todo sin que se atisbe a sus progenitores a 50 metros a la redonda. Hay hombres cargados de bolsas mientras sus mujeres les gritan porque no han sido lo suficientemente rápidos en admirar cierta prenda que les quedaría de maravilla. Mujeres tristes y amargadas que miran con envidia a otras mujeres que ocultan bajo pieles, kilos de maquillaje y joyas lo tristes y amargadas que son.

Eva vuelve a tirar de mí hacia la izquierda para entrar en el pasillo de los perfumes. El tufo que desprenden tantos perfumes juntos es terrible. No sé como todas esas mujeres son capaces de aguantar esa mezcla de olores mientras prueban uno tras otro en delgadas tiras de papel. Necesitaría oler café urgentemente para sacarme ese pestazo de la nariz, así que miro a Eva con mis ojos de cachorrito abandonado y surte efecto porque la veo avanzar con rapidez hasta el estante donde está el perfume que usa siempre, y el único que yo soporto, coge una de las cajitas con el frasco más grande y salimos disparadas de allí.

Pero al salir de ese pasillo, el olor no mejora, de hecho empeora. Una mezcla de hedor a sudor, cieno, suciedad y putrefacción se apodera del ambiente. Le hago un gesto a Eva y ella lo entiende a la primera. Echa a correr hacia la zona de herramientas y yo la sigo. No tardo mucho en ver al primero. Aparece tambaleándose entre los estantes llenos de espumillón y adornos navideños.

Los de Arpa Corp se han vuelto a dejar la puerta abierta. Alguien debería hacer algo con esos problemas de seguridad que tienen. No pasa una semana sin que algo que habita en las instalaciones de Arpa Corp salga por la calles de la ciudad a darse un paseito. Pero bien mirado si no fuera por eso yo no tendría trabajo.

Mientras me pierdo en cavilaciones el engendro ha ido avanzando y han comenzado a salir más desde todas las entradas del centro comercial. Deben de haber llegado por los túneles que comunican con el parking.

Cojo un hacha bastante maja que he encontrado en la sección de herramientas y le cerceno el cuello de un golpe. Hace un mes tendría que haberlo hecho en al menos tres intentos pero la práctica perfecciona y ahora soy capaz de decapitarlos a la primera. Además su columna es más frágil que las nuestras. Decapitar a una persona costaría mucho más pero a estos bicharracos con un impacto un poco contundente se les parte el cuello como si fuera cristal. Como además su carne está putrefacta no opone demasiada resistencia a algo con filo.

El podrido cae al suelo y su cabeza no se bien donde va a parar pero por si acaso agarro a Eva y ahora soy yo quien la arrastra por los pasillos. La meto de un empujón en los probadores donde se han escondido ya varias personas y los atranco arrastrando varios muebles expositores. No podrán salir pero al menos los apestosos tampoco podrán entrar.

Camino por los pasillos intentando guiarme por el tufo para localizarlos pero el olor ya invade todo el centro comercial lo que significa que la cosa se está poniendo fea.

Cruzo pasillos usando el hacha. Caen cabezas con relativa facilidad, me gusta el hacha, pesa un montón pero gracias a eso el golpe es más contundente. La gente que voy encontrado la dirijo hacia la zona despejada y van ocupando los probadores que aún quedan abiertos. Y ellos mismos bloquean la entrada. Buenos chicos.

Ahora intento hacer memoria para recordar quien estaba de turno hoy y entonces la veo. Sacha.
Sacha es…, no sé como decirlo. Sacha es esa diosa inalcanzable que protagoniza mis sueños más tórridos. Lamentablemente se comporta exactamente así, como una diosa frígida, sanguinaria y altiva. Que yo sepa no habla mucho, no intima con nadie y no soporta que alguien cometa el más mínimo error. Todo el que se ha atrevido a insinuarse con mayor o menor descaro ha salido escaldado y frecuentemente con alguna pieza dental menos. Pero en mi mundo onírico mando yo y allí ella es mía. Aunque esto debe seguir siendo un secreto entre vosotros y yo.

Sacha con su largo cabello rubio ondeando suavemente con cada movimiento reparte hostias a diestro y siniestro. Cercena cabezas, pisotea cuerpos, agarra aterrados clientes y los lanza fuera de los dientes del podrido que les tiene acorralado. Y lo hace todo como si fuera una danza, sin siquiera despeinarse.

Mientras tanto yo también reparto lo mío. Debo de haberme cargado unos treinta pero no dejan de llegar. Seguramente lleguen refuerzos pronto, porque David, que estaba de guardia con Sacha, ha debido de avisar ya. Así que se trata de despejar la zona de clientes y eliminar a todos los podridos que podamos antes de que lleguen los de la Brigada de Desinfección.

He conseguido mantener mi zona limpia a golpe de hacha, no se puede decir lo mismo de mi porque estoy hecha un asco. Ahora estoy en lo alto del mostrador donde han colocado el árbol de Navidad y desde aquí tengo una vista completa del centro comercial. No se ve entrar más engendros y los pasillos están despejados, los clientes que quedan y que no han sido masticados deben estar en los probadores. Lo creáis o no los probadores son la zona más segura en estos casos, porque sus paredes están reforzadas y solo tienen una entrada que se puede bloquear fácilmente. Es lo que tiene vivir al lado de Arpa Corp, que uno se toma la seguridad muy en serio.

Estoy cubierta de sangre, nota metal “las hachas son efectivas para cortar cabezas pero terriblemente sucias, salpican en todas direcciones”. A mis pies, justo debajo del mostrador donde estoy subida tengo medio metro de cuerpos y cabezas de podridos apilados. Debo de mostrar una imagen repugnante.

Noto una mirada clavada en mi, miro hacia la derecha y encuentro unos ojos azul claro como el hielo. Mi diosa me está mirando y yo noto como me tiemblan las piernas.
En su boca hay algo que nunca antes había visto.

¡Está sonriendo!

Mi iceberg ruso, mi princesa de hielo me está mirando y sonríe. Como me gustaría pegarme para siempre a ese cuerpo gélido.

He debido de quedarme mirándola como una idiota, por que su sonrisa se ha hecho más amplia y me señala la entrada del almacén. Veo entrar a los de la Brigada de Desinfección. Al pasar a mi lado Eric me da un cachete en el culo, me río porque es algo que siempre hace, lo lleva haciendo desde que éramos críos y Eric además es mi único amigo, y uno de los pocos hombres que no se ha pasado por la piedra a Eva. Así que le saco la lengua y el me guiña un ojo. Pero cuando me doy la vuelta Sacha ha desaparecido.

La busco y la veo en el suelo abriendo los cuerpos para sacar los corazones y metiéndolos luego en la Unidad de Conservación. Así que me pongo manos a la obra, me coloco el traje especial, con los guantes incluidos y comienzo a destripar cuerpos. Es curioso ese empeño de Arpa Corp de querer recuperar siempre los corazones de los podridos. Los corazones tienen un color negro brillante y tiemblan ligeramente cuando los coges, como si tuvieran aún vida. Pero es nuestro trabajo y hay que terminarlo antes de poder liberar a los supervivientes de los probadores.

Tengo que preguntarle a Eric si sabe para que quieren esos corazones los de Arpa Corp. Si lo sabe, seguramente me lo dirá y si no siempre podemos hacer conjeturas juntos.

Alguien me da un golpecito en el hombro, miro hacia arriba y veo a Eric que viene a decirme que Eva está bien, aunque le ha dado 10 minutitos más para que termine los asuntos que se traía entre manos con el dependiente de la sección de videojuegos. Todo esto me lo dice aguantando la risa a duras penas. Y yo noto como me arden las mejillas, no lo puedo evitar, esta pequeña afición de Eva me trae de cabeza.

Eric se apiada de mi y me da un beso en la frente. Luego se queda mirando más allá de mi, a algo que hay a mis espaldas, entonces me sonríe, me guiña un ojo y se va.

Me doy la vuelta y me encuentro los ojos de mi reina de hielo clavados en mi. Por mi mente pasan unas cuantas escenas no aptas para menores en las que mi imaginación se desboca y el cuerpo de Sacha echa humo.

Sacha sonríe de nuevo. Dos veces el mismo día, increíble. Se acerca a mi, me roza el hombro con una mano y me susurra al oído, arrastrando las erres con esa voz helada y contenida que me vuelve loca. “Así que quieres derretirme, me encantaría dejarte intentarlo”.

Al final el día no va a acabar tan mal como pensaba. Me gustaría quedarme a charlar con vosotros pero mi témpano de hielo me arrastra de la mano y yo la sigo pacientemente intentando no abalanzarme sobre ella y montar un numerito en medio del centro comercial lleno de vísceras, sangre y cuerpos decapitados. Seguro que hay un sitio mejor para lo que tengo pensado y creo que tardaré en salir de allí. Si al final los de Arpa Corp, se dejan abierta la puerta de la planta -3 donde está esa especie de gran pulpo cabreado que capturaron el mes pasado, no contéis conmigo, tendréis que apañaroslas solitos porque presiento que estaré muy ocupada.

Guardar

Guardar

Guardar

img_4177

Ya tenemos casi encima la Navidad, una época del año que me gusta y me estresa a partes iguales. Por eso el año pasado tomé la decisión de tomármelo con calma, disfrutar de lo que me gusta e intentar evitar todo lo que me disgusta y curiosamente funcionó.
Este año haré igual, leeré, veré películas y escucharé villancicos (me refiero a los de Sinatra, Ella Fitzgerald y compañía) y me tomaré las cosas con mucha calma. Nada de adornar la casa hasta el día 22 con la lotería, el turrón para los días señalados y como comidas para los días especiales, el plato preferido de cada uno, no hace falta hacer mil platos que te dan para comer sobras un mes. Y en mi caso ese es el truco para poder esquivar otro año más la temida saturación navideña.

Para ir abriendo boca aquí os muestro los 6 libros que yo voy a leer en Navidad, no es un ranking de los mejores, es simplemente lo que yo voy a leer porque me apetece.

 

61ygbk7th9l-_sx330_bo1204203200_
1. Cuentos de Navidad de Charles Dickens
Canción de Navidad es uno de mis libros favoritos, lo leo y lo releo en muchas ocasiones y nunca me canso de él. Pero no es el único relato navideño de Dickens, así que aprovechando que Alianza editorial ha sacado esta preciosa edición con una recopilación de los relatos navideños de Dickens, queda seleccionado como una de las lecturas navideñas de este año.
Los relatos que incluye el libro son:
-Canción de Navidad
-Las campanadas
-El grillo del hogar
-La batalla de la vida
-El hechizado y el trato con el fantasma

espiritunavidad-1
2. El espíritu de la Navidad y otras historias navideñas de Connie Willis
Adoro a Connie Willis, es de mis autoras favoritas y no pararé de recomendar sus libros. Pero Connie también ama la navidad, y eso se nota en esta recopilación de relatos, seis de los cuales aparecieron por primera vez publicados en la revista Asimov´s Magazine y los otros dos fueron publicados por primera vez en este libro. Otro libro que releeré con verdadero placer, pues nunca me canso de volver a él. Los relatos que incluye son:
-Milagro
-Posada
-En la tienda de juguetes de Coppelius
-El poni
-Adaptación
-La garra de gato
-Boletín de noticias
-Epifanía

33466560-1
3. Una Navidad diferente de John Grisham
Otra relectura y una vez más voy sobre seguro porque este libro me encanta, la situación, los personajes, esa presión navideña. Un libro muy divertido y aunque hay adaptación cinematográfica siempre os recomendaré el libro primero.

10366491
4. The Third Pig Detective Agency; The Ho Ho Ho Mystery by Bob Burke
Este es un libro al que no pude resistirme nada más verlo. El libro es precioso, es chiquito como una novelita pulp, y creo que he declarado mil veces mi debilidad por las novelas pulp, pero además el tono es totalmente delirante. Nuestro protagonista es un cerdo investigador privado que recibe la visita de una mujer que quiere que encuentre a su esposo desaparecido y no os diré quien es ese desaparecido, HO HO HO. Me muero de ganas de leerlo, creo que me lo voy a pasar muy bien.

cubierta_thomas_portadilla
5. La navidad para un niño en Gales de Dylan Thomas
Hacía mucho que quería leer este relato, y aprovechando que tengo esta preciosa edición en mi Kindle voy a disfrutar de verdad con esta lectura. Hubiera preferido tener una edición en inglés en papel pero no hay modo de que llegue antes de Navidad así que leeré esta y si llega la otra pues ración doble.

el_pudding_de_navidad_144
6. El pudding de Navidad de Agatha Christie
Tuve una época hace muchos años en la que me dio por leerme todos los libros de Agatha Christie. Por supuesto tengo mis favoritos, pero hay otros que ni recuerdo de que van y es el caso de este libro. El libro contiene 6 relatos, el primero con título homónimo y otros cinco. Yo no recuerdo ninguno de los relatos, así que aunque es una relectura es en realidad como si los leyera por primera vez y aunque no es un libro realmente que tenga la Navidad como protagonista absoluto, en el titulo lleva dos palabras geniales “pudding” y “Navidad”, y a mi con eso me vale. Los relatos que contiene el libro son:
-El pudding de Navidad
-El misterio del cofre español
-El inferior
-La tarta de zarzamoras
-El sueño
-La locura de Greenshaw

Y para vosotros ¿que tal se presentan las Navidades? ¿Os gusta rodearos de cosas navideñas?¿Sois de celebraciones ruidosas o de pasarlas al amor de la lumbre? Sea como fuera, os deseo que tengáis las navidades que más vayáis a disfrutar.

Nota: Si tenéis curiosidad por saber que elementos forman la foto de cabecera de esta entrada son los siguientes:
-Mi muñeca coreana DDung School Girl
-Los cuatro primeros libros que he mencionado en esta entrada; “Una Navidad diferente”, “The Third Pig Detective Agency; The Ho Ho Ho Mystery”, “El espíritu de la Navidad y otras historias navideñas” y “Cuentos de Navidad”.
-Mis guantes
-Mi Kindle (dentro están los otros dos libros que he mencionado en esta entrada; “La Navidad para un niño en Gales” y “El pudding de Navidad”)
-Mi tacita de renos con infusión de “Tarta de Manzana con caramelo” de Pompadour (os la recomiendo, es absolutamente deliciosa).