El Sonambulo

Título: El sonámbulo

Autor: Jonathan Barnes

Edición: La factoría de ideas

Páginas: 314

—-

Se menciona en la contraportada del libro como referencia la película “El Gabinete del Doctor Caligari” allí aparece un personaje, que para algunos sería el primer zombie de la historia del cine.

Si alguien piensa que el cine mudo es aburrido os animo a que veáis esta joya del expresionismo alemán.

El personaje que da nombre al libro, El Sonámbulo, es sin duda un personaje misterioso, de hecho ese misterio no termina de aclararse al final de la historia o quizás yo he sido demasiado obtusa como para encontrarle esa aclaración, pero he de reconocer que aún así el libro me ha gustado mucho.

También se menciona el parecido que pudiera tener el libro con los escritos de Neil Gaiman, Susanah Carke y Clive Barker.

Bueno tal vez con Neil Gaiman por ciertos ambientes oníricos y underground que tienen lugar en el libro, a Susanah Clarke tal vez por esa magia antigua en Londres y cierto personaje enigmático y a Clive Barker es evidente que por el final ciertamente gore del libro.

Por lo demás creo que Barnes ha sabido crear una historia con entidad propia.

Me ha gustado especialmente la manera que tiene de jugar con el lector a través de la voz de narrador, del que al final se nos descubrirán una serie de cosas.

El propio narrador dice que la historia es real pero que en algunos momentos la ha adornado y en otros ha mentido directamente, pero cuando llegan esos momentos lo reconoce abiertamente.

El personaje principal, no el Sonámbulo, si no la persona a la que acompaña este, el Mago Edward Moon, se ve envuelto en la investigación de un extraño crimen. Este mago no está en el mejor momento de su vida pues tuvo cierto fracaso en una de sus investigaciones y desde entonces no ha levantado cabeza.

Tenemos por tanto un detective bastante peculiar, con algunos gustos “exóticos” a la hora de relajarse y con un ayudante más peculiar aún. Lo que viene siendo el detective de novela medio.

La cuestión es que el relato y casi la investigación en sí no tiene demasiada importancia, pues lo que de verdad nos intriga son los personajes. Aparecerá un tal señor Thomas Cribb, que nos hace pensar en viajes en el tiempo aunque realmente termina siendo una vida invertida a nivel temporal.

Para mí ha sido un personaje que me ha intrigado bastante y del que francamente me hubiera gustado saber más.

Y también los personajes de los “monitores” grandiosos, místicos, sobrenaturales y sangrientos, como una pareja de Lokis, en una versión más gore, invocados por un “pobre” personaje albino.

El Londres que se nos muestra es un Londres oscuro, con personajes que piensan que necesita ser salvado, de una extraña manera, eso sí, y con la idea de estar podrido en sus mismas raíces.

También ahí entra en juego la figura de Coleridge en torno a la cual se genera una especie de culto. Aunque algo parecido ya lo he visto antes, concretamente en un libro de José Carlos Somoza, pero en esa ocasión en torno a la figura de Lovecraft, aunque todo parecido queda ahí, pues ambos libros siguen desarrollos diferentes.

La verdad es que reconozco que quedan cabos sueltos, que muchas cosas se pierden o difuminan pero aún así me ha gustado. Me ha entusiasmado el ambiente y los personajes y la verdad es que desearía que a este libro le siguieran otros que retomaran de alguna manera personajes y ambientes comenzados en este.

Para ser el primer libro del autor no me parece nada desdeñable y creo que es un autor muy a tener en cuenta. Tiene además esa manera de escribir de muchos autores ingleses de género fantástico, que parece que tienen algún nexo común. Uno sabe enseguida distinguirlos. Quizás también por eso vengan las comparaciones con Gaiman, Clarke y Baker, los tres también son ingleses.

El próximo libro del autor The Domino Men seguro que será de lectura obligada para mí. Veremos que sabor de boca me deja entonces.