Autor: Miyuki Miyabe
Título: La sombra del Kasha
Edición: Editorial Quaterni
Páginas: 352

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Kasha, 火車: Espíritu maligno que se manifiesta en los ritos fúnebres para robar y devorar las almas de los cadáveres. En Japón, los velatorios son muy ruidosos para alejarlos.

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El argumento es ya por sí mismo fascinante. Tenemos a un policía que está convaleciente al haber sido herido en acto de servicio. A él acude un sobrino por parte de su fallecida mujer, del que apenas ha tenido noticias en los últimos años, con el encargo de investigar la desaparición de su prometida.

El detective acepta investigar de manera extraoficial el caso y lo que parece al principio una simple escapada de la muchacha, al descubrir su prometido que ella está en bancarrota, acaba complicándose y desvelando un turbio asunto en el que entran en juego deudas elevadísimas, cambios de identidad, Yakuza, y un sistema de consumo que lleva a muchos a la desesperación más absoluta y al intento de solucionarlo de la manera más drástica.

Pero más allá del argumento lo que realmente impresiona de este libro es el ritmo. De una forma pausada pero constante la investigación está muy bien llevada, paso a paso, de esa manera que también saben llevarnos los escritores japoneses consigue de una forma reposada ir descubriéndonos un mundo que quizás por lo cercano, teniendo en cuenta la crisis que en los últimos tiempos nos ha tocado vivir, resulta aterrador y revelador a partes iguales.

Esto hace que lo que podría ser simplemente una novela más del género se convierta en un libro realmente instructivo, ocio e información a partes iguales. Por ejemplo me parece brillante uno de los capítulos en el que por boca de un personaje que se dedica a ayudar a personas con deudas, se nos muestra un sistema de crédito a través de tarjetas, tanto de fidelización como de uso para consumo, con un sistema de intereses increíble que hace que una vez que uno se ve atrapado sea muy difícil salir de él. Y muestra además una sociedad en la que esa facilidad de consumo y esa ignorancia en cuanto a las consecuencias del uso de esa forma aparentemente inofensiva de crédito atrapa a la gente.

El libro se desarrolla en los años 90 así que no es algo que nos quede muy lejano pero si muestra quizás el inicio de esa caída económica y el incremento con cifras astronómicas del endeudamiento de las personas. Por lo tanto en cuanto a documentación, muy importante para comprender las motivaciones y las circunstancias de los personajes, el libro es impecable.

También es altamente instructivo a la hora de citar datos sobre la burocracia japonesa, y me ha resultado curioso descubrir ese sistema de registro familiar, muy arraigado en Japón y anterior a los métodos occidentales de empadronamientos, por ejemplo y que hace que a una persona se le pueda seguir mejor la pista, pero que también son algo arcaicos como comentan algunos personajes. Pero esos datos ayudan mucho a descubrir un poco de la personalidad de todas estás personas, del ambiente en el que se mueven.

Por tanto los personajes no son nada planos, pues como digo se nos van descubriendo en múltiples matices, no solo nos muestran la historia central si no que vemos los contextos incluso en los amigos del protagonista, en su hijo, en los roles de cada uno.

Y otra vez he vuelto a sorprenderme de la capacidad de los escritores japoneses en descubrirnos un personaje al que no vemos en primera persona, en este caso la mujer desaparecida y otra mujer de la que toma su identidad, a través del resto de personajes.

Por ejemplo ya comentaba como algunos escritores, como el caso de Murakami en alguna ocasión hacen que sus personajes sean una especie de coro que sirve para descubrir y elaborar la personalidad de un personaje concreto. Y eso es algo que me parece complicado pero que he descubierto que en estos autores es todo un arte y por supuesto Miyuki Miyabe no es una excepción.

El libro nos deja un final con interrogantes, por así decirlo nos queda que la parte ausente nos cuente su historia aunque al final eso no es lo importante, si no que el propio detective reconoce que lo importante ha sido la búsqueda no las respuestas, porque a ese punto ya ha comprendido muchas cosas.

Es un libro soberbio y que recomiendo a todo el mundo tanto si disfrutan de novelas policiacas al uso como si lo que les gusta es descubrir personajes e historias interesantes.

Como dije antes tengo muchas ganas de leer el nuevo libro de la autora que ahora si parece que tendrá algún toque más sobrenatural y y corta con el estilo del anterior.

En cuanto a la editorial que ha publicado este libro, os aconsejo que no le perdáis la pista porque entre su catalogo tiene obras clásicas muy interesantes, no solo en cuanto a literatura japonesa, que ya solo por eso merece la pena echarle un vistazo, si no en otras obras clásicas que ha recuperado.

Si queréis visitar su web es Editorial Quaterni.

Autor: Scott Smith
Título: Las Ruinas
Editorial: Ediciones B
Páginas: 412

Acabo de terminar este libro y la verdad, no sé ni porque me pongo a escribir sobre él.
Quizás sea por el cabreo que me ha entrado por el tiempo malgastado leyéndolo.
Que sí, que ya me ha pasado otras veces, pero el caso es que al empezar la cosa prometía y tanto prometer al final se ha quedado en eso en promesas incumplidas.

El argumento parece interesante, de verdad. Un grupo de personas que se ven atrapadas en una selva de sudamerica, en un claro rodeado de una extraña planta y por alguna circunstancia no pueden salir de allí ni aún cuando su vida corre serio peligro.

Pero entonces una va leyendo y cuando lleva ya doscientas páginas del libro empieza a perder toda esperanza de encontrar algo más que lo que desde el principio se presupone.

O sea, que toda la novela no es más que lo que he mencionado antes. Unos tres días de la vida de este grupo de jóvenes acorralados en un claro rodeados por una planta tipo enredadera, carnívora, pensante y con bastante mala leche. Y eso es todo.

A mi me hubiera gustado saber el origen de la planta, de verdad, pero no, porque la novela solo se regodea en la desdicha de esos pobres muchachos y en la pasividad de los mayas (esto tiene tela) que les bloquean la única salida del claro y por tanto la única posibilidad de sobrevivir.

Así que los muchachos tienen dos opciones o se dejan devorar por la planta o se dejan matar por lo mayas y después son devorados por la planta.

Pero más allá de averiguar que la planta es muy lista y tiene muy mala leche, cosa que sabremos sobradamente hacia la mitad del libro, no tenemos nada más que descubrir, por lo que yo creo que al libro le sobran perfectamente las otras 200 páginas.

Por que el problema es, que cuando ya sabemos que va a ocurrir perdemos completamente el interés en la historia, de hecho comienza a ser tan previsible y tan aburrida que lo único en lo que piensas es en que llegue la noche y la planta en vez de comerse a uno se los zampe a todos de golpe y listo.

Si total, ya sabes que los otros dos chicos griegos van a llegar justo cuando todo el grupo haya palmado y seguramente acaben igual que estos, si sabes que los mayas a poco que siga habiendo tanto turismo en la zona van a acabar mudando el poblado allí porque se pasan media vida intentando que la gente que se impregna con las esporas de la planta cabrita no las esparzan a diestro y siniestro.

Y ya sé yo que quizás he visto demasiadas pelis de serie b, pero hombre si tenemos una planta mutante, ¿no hubiera quedado genial un origen extraterrestre una invasión mundial, yo que sé, cualquier cosa, algo que te mantenga despierta mientras terminas de leer el dichoso libro?

De hecho, cual no sería mi aburrimiento que en plena escena dramática mientras la planta lanza zarcillos con flores para beberse la sangre derramada de uno de los chicos, a mi se me venia a la memoria esa escena de “La tienda de los horrores” en la que Seymour alimenta a la planta pinchándose los dedos de la mano y dejando que Audrey II le chupe la sangre. Lo cual, todo sea dicho acababa inmediatamente con el pretendido dramatismo que supongo que el autor del libro intentaba transmitir.

Por ejemplo también pensé que la parte de la cueva daría más de sí, por un momento, al principio del libro pensé que todos los de arriba morirían y los de abajo huirían por el corredor y entonces encontrarían el origen de la planta y blablabla. Vamos que como no encontraba demasiado aliciente en lo que el libro me iba ofreciendo me lo he pasado inventando alternativas jugosas en un intento desesperado de que el libro llegara a dar algo más consistente.

Recuerdo ahora el libro Infected de Scott Sigler que tenia esporas espaciales que contaminaban a la gente y que me resulto infinitamente más entretenido que este otro que acabo de soltar.

Si queréis leer un libro en el que el único aliciente es ver como un grupo de personas se quedan en un claro de la selva viendo como van cayendo como chinches ante la plantita de marras, pues quizás os sirva, pero si buscáis algo más pasad de largo.

Hay una película basada en el libro y que tiene el mismo título, Las Ruinas, que si os pica la curiosidad podéis ver, al menos os ahorráis leer el libro y solo malgastaríais una hora y media que es lo que dura.