Título: Menos que cero
Autor: Bret Easton Ellis
Edición: Anagrama
Páginas: 82

Si Bret Easton Ellis es ya un autor consagrado, su primer libro “Menos que cero” es ya todo un clásico que muchos comparan a esa otra obra “El guardián entre el centeno” y aunque son estilos totalmente distintos es cierto que una recuerda a otra o son dos maneras de ver la transición dura y cruel hacia la madurez, aunque en el caso de Ellis es más bien un sentimiento de absoluta pérdida y apatía.

De hecho, el personaje que va narrando la historia, Clay, pasa por ella casi de una forma indolente, como un fantasma, como si no se implicara y viera todo desde otro nivel.

Quizás esto es lo que nos llama la atención desde el principio. Como podemos movernos por un relato realmente duro, en el que se nos habla de drogas, pelis snuffs, prostitución y en definitiva nos muestra un ambiente de juventud perdida, pero narrado de una manera totalmente distante, sin implicaciones, casi aséptica. Y quizás por eso lo que se muestra tiene una dureza en ocasiones insoportable.

El libro nos cuenta la historia de Clay, al menos lo que sucede durante unas pocas semanas en las que vuelve a casa de vacaciones.

El ritmo es el que comento. Clay describe lo que va ocurriendo en un estilo de “vamos a tal sitio y entonces pasa tal cosa” pero como digo de una manera distante aunque lo que nos cuenta es sus experiencias. Pero todo suena como en sordina, aletargado, como el que cuenta los valores de la Bolsa.

Vemos un lado terrible, un mundo en el que cada joven tiene su propio camello, donde la droga es habitual, donde el sexo también y donde cualquier cosa puede ocurrir porque como dice uno de los personajes lo importante es conseguir lo que se quiere.

Familias ricas, con padres ausentes, en el mejor de los casos, y por supuesto con dinero de sobra.

En la narración podemos ver en algunos momentos como si existiera algo de crítica por parte de Clay, pero como digo desde muy lejos, como si todo lo que vive o incluso pudiera llegar a parecerle mal, estuviera detrás de una pantalla que no se puede traspasar y el recurso del protagonista al final es irse, irse de la habitación donde está pasando algo terrible, irse finalmente de la ciudad. Aunque esa ciudad y esas vivencias sigan dentro de él mucho tiempo después.

Hay que reconocer que Bret Easton Ellis puede gustarte o no, pero nadie puede discutir que es uno de los grandes escritores americanos y eso queda palpable en algunos de sus libros pero quizás en este por ser uno de sus primeros libros sea mucho más apreciable.

Acaba, Bret Easton Ellis de publicar un libro titulado Suites Imperiales y es una continuación de este “Menos que cero”. Todos los personajes de esa primera obra años después. Que ha pasado con sus vidas y aunque solo he leído dos páginas de esta continuación he de decir que he quedado impactada. Ya os hablaré de el próximamente.

De momento os aconsejo, repitiendo nuevamente que el relato es muy duro, más aún narrado de la forma en que está hecho, con esa distancia indolente, pero como digo os aconsejo leerlo porque es ante todo un buen libro.

Bret Easton Ellis

Título: La evolución de Calpurnia Tate
Autor: Jacqueline Kelly
Edición: Roca Editorial
Páginas: 272

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Hoy quiero hablar de unlibro que se ha hecho muy conocido por medio del boca a boca y que además tiene una portada deliciosa. Y he de decir que me he llevado una grata sorpresa.

Este es un libro que no solo ha merecido la pena leer si no que releeré en más de una ocasión.

No se puede hablar a menudo de libros que aparte de ser instructivos, sean amenos, de fácil lectura sin pecar en el simplismo, que sean divertidos y apto para todos los públicos, mejor aún recomendada su lectura para todos, y porque no para niños.

El libro nos habla de muchas cosas, pero sobre todo de la superación, de la curiosidad que lleva al ser humano a querer saber, a no conformarse.

Además nos descubre un mundo maravilloso, la ciencia, la naturaleza, los animales.

Vamos contagiándonos junto a Calpurnia Virginia Tate, de esa necesidad de saber, de experimentar, de encontrar respuestas.

El libro comienza en el verano de 1899, a punto de cambiar de siglo y gracias a una curiosa observación de Calpurnia se iniciara un aprendizaje del mundo, que la llevará a ver una nueva vida.

Gracias a un cuaderno que su hermano le regala donde va poniendo todas sus observaciones, comenzando por la primera duda que tiene sobre los saltamontes (hay dos tipos unos grandes y amarillos y otros pequeños y verdes), esa duda le lleva a vencer el temor reverencial hacia su abuelo para intentar descubrir el porque después de un pequeño incidente en la biblioteca, donde no consigue un ejemplar de La evolución de las especies de Darwin.

Su abuelo no le da la respuesta pero le dice que si lo averigua por si misma que vuelva a hablar con él.

Y eso hace Calpurnia. A partir de ese momento empieza a descubrir junto a su abuelo el mundo de la ciencia.

El abuelo de Calpurnia resulta ser un hombre muy interesado por la ciencia, miembro de la recién fundada National Geographic llegando incluso a cartearse con el propio Darwin.

Esto es toda una sorpresa si tenemos en cuenta la época y el entorno (un pueblo sureño).

El abuelo además intenta compensar con sus enseñanzas la educación que Calpurnia está recibiendo en la escuela. Obviamente se la educa para que sea una señorita que en un futuro tendrá un marido, hijos, etc…

Por tanto pensar que pueda llegar a la universidad puede parecer un imposible. Tal vez si tener un trabajo, antes de casarse.

Así que Calpurnia por un lado tiene que luchar con sus deseos de conocimiento e intentar eludir su destino.
Pero el libro es terriblemente optimista, los personajes nos caerán bien, incluso la madre de Calpurnia con sus intentos de dotarla de habilidades domesticas.

Como, digo el libro es positivo. La época es la que es y el entorno también pero realmente no se nos muestra tan opresivo aunque Calpurnia a veces se desespere, pero vemos que Esta rodeada de gente que la quiere, la familia de Calpurnia es una familia unida.

El libro concluye justamente el día uno de enero de 1900, justo el primer día del siglo. Justo el día siguiente de haber leído sus propósitos de año nuevo. Un final terriblemente optimista que todo se puede lograr, o al menos hay que luchar por ello.

El libro además es interesante en el aspecto del abuelo por la inmensa curiosidad hacia los avances que tiene. Calpurnia descubre una nueva bebida burbujeante mientras el abuelo se queda embelesado con un automóvil, un vehículo que no necesita caballos para moverse. Por aquellos días llega también el teléfono al pueblo.

A mi personalmente el libro me ha encantado. Lo recomiendo, porque es una lectura muy favorable sobre todo para personas de cualquier edad incluidos niños.

Una pequeña joya con un éxito más que merecido.

Si os encontráis con él no dudéis en leerlo, no os arrepentiréis.